En esos tristes y acíagos días
cuando mi amor allí quedó clavado,
estaba en mi mente y pensamiento
esa vela encendida tenuamente,
con esa débil luz de ocaso
y flama casi extinta y yerma,
atrapada en el túnel de nostalgia.
...
No puede ni debe morir, es un recuerdo,
en mi frágil y débil camino tan deleble,
mi vida y sentir no la deja apagarse,
pasarán meses y años y nadie
nunca jamás querrá recordarme
y ni el silencio querrá saber de mí,
y mi triste alma no te recordará a tí.
...
Pero esos día pasados, meses,
y aquél año en que te amé
y los dos fuimos uno,
solo vivirá en mi mente,
mis recuerdos y momentos,
para estos desvelos...
Que hoy, no concilian el sueño.
José Gennaro