Paciencia niña que el amor se acerca
como esa bella claridad del día
donde los duendes juegan a estallar estrellas
que en tus lenes labios formarán sonrisas.
Paciencia amiga, que en el vientre llevas
la dicha fecunda del cariño humano
con cargados pechos de ansiosa ternura
y un colchón de trebol
hecho con tus brazos.
Paciencia madre, que el dolor aqueja,
pues viene al galope de la contracciones,
trayendo su alforja llena de emociones,
mostrando su fuerza,
la naturaleza.