Las ilusiones se van quedando atrás, igual que los días.
Este desengaño puede más que yo.
La necesidad se va muriendo.
Y es más difícil cada día inventar una nueva historia para vivir y seguir engañando a la conciencia cobarde.
¿Qué me invento para hoy?
¿Escribiendo que escribía aquí que estaba escribiendo que escribía aquí que estaba escribiendo…?
¿(Y hasta ahí para no quedarme ahí)?
No sé, hace frío y mi ventana está cerrada.
Debe ser invierno.