Otra vez
viejo parque
recorro tus senderos
otra vez desando el tiempo
(con fingida indiferencia)
otra vez viajo a enfrentarme con el fantasma del recuerdo
de un otoño
donde yo estrené mi primavera
de un otoño
que hoy yace en el silencio
mientras nuevos veranos e inviernos me renuevan
Tu perfume de ese entonces me llega con la brisa
y por cada una de tus hojas hoy verdes
retornan de tu ayer miles de hojas secas
las mismas que un día vistieran mi cuerpo
que desnudaba su verano de 18 primaveras
y en tu viejo banco
hoy como nuevo
casi puedo sentir de nuevo su presencia
casi puedo rozar su cuerpo
casi siento en mi piel su aliento que me quema
queda en mis manos una caricia detenida
nace en mi alma una emoción nueva
y no puedo evitar cierta nostalgia
de aquella niña que en ese otoño fuera
pero yo ya no soy aquella niña
ni tengo aquellas 18 primaveras
sino estos 40 y pico de febreros
que hace tiempo perdieran la inocencia
Emprendo lentamente mi regreso
desando tus senderos con pereza
aquí me despido
viejo amigo
presente y porvenir me esperan
y en otros brazos me aguardan otras caricias
no por nuevas menos verdaderas
que también extrañaré algún día
o tal vez me extrañarán ellas
aunque no seas entonces mudo testigo
de horas tan fantásticas como estas
y mientras tú
querido viejo parque
sigue siendo el aliado discreto
de tantas otras citas indiscretas
donde nuevamente otras muchachas
vendrán a desnudar sus primaveras
como en un día ya lejano
entre tus humedades
yo lo hiciera.