¡Despierten a Alfonsina!
Le traigo buenas nuevas
La prueba del amor y su existencia
Que el mar tenga por ella la clemencia
Y en la profundidad de su azul
La envuelva con un tul
Le ponga una corona de abedul
Y venga a mi presencia
Que aquí le besaré
Toda su inocencia.
Despiértenla y díganle que vino
Un noble caballero
A decirle que el cielo
Le trae el consuelo
Que no halló en la tierra.
Despiértenla que quiero
Yo darle esta primicia.
La volveré novicia del pañuelo
Y dejará este suelo
Con la clara consciencia
Que la están esperando
Virgilio y Homero.
Despiértenla y avisen que la espuma
De las olas del mar
La van a acompañar
Para que no se sienta ella sola.
También las caracolas
Irán detrás de ella
Hasta que las estrellas
La salgan a buscar.
Despiértenla y dejen que sonría
Con esa alegría
Que no tuvo al morir.
Despiértenla que al fin
Tendrá un gran jardín
Como su poesía.