Me declaro “el dios del insomnio” en esas noches de recuerdos profundos, soy quien en su mente es omnipresente en todos aquellos momentos contigo, habito en la fría oscuridad de tu ausencia, me alimento de la incesante necesidad de ti y del ilusorio momento que te materializo a mi lado acompañándome en esta agonía donde tan solo puedo extrañarte y mientras tanto tu imagen se va desvanece de mi lado. Un loco que se inventa una guerra con Morfeo para no alejarse de su idilio, aun cuando fatigado ya tenga alma y cuerpo sin ti, solo en mi delirio tú apacible voz de reverberante sonido en el profundo vacio de mi cabeza le da alientos a mi corazón con palabras dulces las cuales dan vueltas en una espiral infinita de fatídicas melodías junto con un juramento que nunca dijiste... “nos volveremos a ver”… Hanz