NOCTÍVAGA ARMONÍA
Vi, asombrado, repetirse
entre los lapsos de la noche
la gozosa plenitud de un beso.
Oh las sombras que se tejen
en las sombras de las noches,
las sombras que se unen
entre sábanas y almohadas.
Sombras ascendentes
flotando en pequeños universos
al ritmo dadivoso de su entrega.
Miradas que no alcanzan
a verse entre la noche,
y, sin embargo, ¡sí se miran!;
ojos que refulgen entre sombras,
in crescendo, con la absoluta
inmensidad de un beso.
Qué no interrumpa el Sol
naciente en el oriente raso
las almas que encontraron
su norte entre el calor de lunas,
que si el día trae con su luz la vida,
de la noche en su silencio brota
el perfecto resplandor que surge
de la imborrable plenitud del beso.
De: Palabras al borde del amor