En un minuto me ahogué en tus ojos,
y vi llover estrellas desde el cielo,
al escuchar mi nombre acariciado
por el mágico timbre de tu acento.
En un minuto floreció el otoño,
se pobló mi horizonte de luceros,
el aire se entibió de tu fragancia,
y al contemplarte se detuvo el tiempo...
Me tocaste y quedó mi piel temblando,
me miraste, y el sol salió de nuevo;
sentí en el corazón un estallido,
despúes de un leve roce de tu cuerpo.
Quise hablar...y decirte tantas cosas,
sobre la sinrazón con que te quiero,
pero al verte brillar tan cerca mío,
permanecí extasiado y en silencio...
En la locura de quererte tanto,
ya no sé respirar si no te veo,
no he aprendido a latir sin tu latido,
y no puedo dormir si no te sueño...
Cuando estás a mi lado, me transformas;
en un hombre más hombre, me convierto,
porque siento en el alma, si te miro
que en las manos me cabe el universo...