PERDÓNAME:
Perdóname, si, por lo que más quieras, perdona a quien viene sinceramente a tocar tu puerta en son de paz, deponiendo las armas antes de poder entrar, para juntando sus manos arrodillarse a tus pies, para decirte, cuanto en verdad ha sentido dentro de su corazón, toda esta guerra de silencio que jamás debió suceder entre nosotros, porque solo ha traído, sufrir interno para el alma en soledad, reflejando cada amanecer al despertar en ojos envejecidos del tiempo y espacio perdido de amar, su profundo, dolor sentimental...,
Perdóname, porque quien nunca perdona por amor, podrá tener su destino ciertamente marcado, padeciendo amargos recuerdos, sumido en el mar de lágrimas depositadas cada noche en su almohada por confidente, cautivo de querencias del ayer, que hoy podrían ser su única salvación, para intentar lograr nuevamente una vida consentida en esos brazos anhelados, que ahora se mantienen cerrados celosamente, para mí, sobre el suave pecho de la mujer amada, que no desea notar mi presencia, recordada, como razón, por existencia...,
Perdóname, te lo pido, con lágrimas de estío, que no han dejado de correrme, desde que te marchaste, por mi rostro, nada, nada es comparado como castigo, para un desterrado, que la ausencia de amor que siento, con un nudo de añoranza que me ahoga la garganta, al querer decir tu querido nombre, mientras, llegan sendos sollozos aun mayores, cuando te veo caminar, acercándote desde la acera opuesta a la mía y por un instante, sueño pero pronto, recuerdo, que tristemente nos separa un fracaso, que ha sido desgraciadamente, la desilusión de los dos.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 31032012 08:00 PM.