Sí las montañas tuvieran manos arrancarían todas sus flores para entregártelas, o las utilizarían para atraparte y obsequiarte a la primavera para que nunca se despidiera, por eso no tienen manos. Sí el viento tuviera manos te sujetaría tan fuerte que no iría a ningún lado, descuidara su misión, por eso tampoco tiene manos. Sí el sol tuviera manos te tomara entre ellas y nadie más tuviera su calidez, por eso no tiene manos. Sí la luna tuviera manos no podría soltarte jamás, habría una sola noche dedicada, por eso no tiene manos. Sí el mar tuviera manos vivirías en su orilla, no podría dejarte ir, nadie más podría ver olas ni mareas, serían solo para ti, por eso no tiene manos… Entiendo perfectamente a las montañas, al viento, al sol, a la luna y al mar, porque yo si tengo manos.
LRL
31-3-2012