(Siempre que llueve, escampa.
Proverbio popular)
La noche y yo estamos lluviosas
el ruido de la sala me rechaza
y yo te busco aquí
donde no estás
ni estarás
en este metro cuadrado de balcón
entre la lluvia que golpea contra la tormenta de deseos
los demás
- por la ocasión -
se defienden con la música
se refugian en el dominó
donde yo también estrenaré mi espacio
el que me dejaste…
Aún te busco aquí
donde no estás
ni estarás
en el espejo plateado que engendraron la lluvia
y el farol de la esquina
en el centro de esta calle con nombre de mujer
que no te verá
en el centro de esta noche con ausencia de presencia
abandonándome a la ansiedad de verte y no verte
de esperarte y no
de extrañarte y no
de quererte y no
de saberte y no…
La noche y yo estamos iguales
(y no hay horóscopo que lo enderece)
celebrando este cumpleaños de lluvia a destiempo
de duendes incitadores de peligros
de presencias – ausencia…
pero ya no te buscaré aquí
donde no estás
ni estarás
regreso a ocupar mi espacio
el que me dejaste
mientras Arjona viaja hacia adentro
ignorante de cuanto acontece…
Ya todos se reúnen en torno a la hora que se acerca
y las trampas que siembra el duende me conmueven
entonces
a la hora única
pido el deseo
(ese, el imposible)
por si acaso es luna de milagros
en este cumpleaños
donde no estás
ni estarás
en esta celebración de ausencia
en esta ausencia de celebración
en este cumpleaños de presencias – ausencia
donde ya no te buscaré
La noche y yo
finalmente
dejamos de llover…
REGISTRO NO. 1204031417700