Aun guardo una lágrima para mantener vivo tu recuerdo,
y abrazo tu canto, me lleno de el.
Tu voz, tan eterna como las que aun perduran, perdurara.
Navegaste en sentimientos, nunca cavilaste ante el sonido
y extendiste tu mundo al mundo de tus oyentes
cada vez que se clavaba como Spinetta tu canción,
así como en la muchacha, en nuestro corazón.