Soy un sueño
Solo soy un sueño, que transita por tu ventana,
un sueño que enuncia, que vendré en tu alma,
Solo soy un sueño, triste y malherida avecilla,
que desnutrida y huérfana, muere de soledad.
Solo un sueño que pasa fugaz por tus negros ojos,
El roce de una brisa que se olvida en un torrente,
soy un sueño, incapaz niña, que mira dulcemente,
los amaneceres quietos en los azules horizontes.
Soy un sueño. Sueño que vuela en tus sentimientos,
una ola oculta dentro de una gran corriente,
una laguna extraña, en un oscuro camino distante,
dejando en sus huellas un largo y lastimero llanto.
Un sueño, eso es, que va y viene en los remolinos,
abriendo con sus alas, los lienzos más inciertos,
recogiendo de las estrellas una lumbre segura,
para guiar el camino que me llevará a tu esencia.
Yo solo soy un sueño, un desacierto del tiempo,
una luna pálida que ronda por las noches inmensas,
una pura flor ya marchita, que ha llegado al final
una pequeña garza, sin alas, sin morada, ni la sal.
Soy un sueño. Vestida de seda blanca y de rosa,
con alas luminosas, pero que le mata la tristeza,
Soy un reloj, un rotundo silencio sin duración,
porque voy sin parar por este mundo eventual.
Si matas estos sueños, ya no existirían en los tuyos,
Porque la marcha circula entre tus ojos y el alma,
Y tus sábanas no tendrían mis rosas ya plantadas
sino un reposo angelical de todas mis angustias.
Soy tu sueño errante, que marcará tu vida serena,
Reinando en tus adentros, todos los ríos de mi alma,
serás el dueño de los hilos esotéricos de mis secretos,
que por decreto del tiempo, pertenecerá a tu calma.
Celia Benfer- Paraguay.- Registrada.