Hace dos años explotó en mi otoño,
el cáliz de la flor de tu hermosura,
empapando mis valles de frescura,
poblando mis jardines de retoños.
Hace dos años que todas las flores
aroman en su esencia mis mañanas,
y escucho al despertar, en mi ventana
un perpetuo trinar de ruiseñores.
Hace dos años que persigo estrellas,
y marcho tras cometas y luceros,
buscando transitar por tu sendero
para besar el polvo de tus huellas.
Hace dos años que tu voz un día,
acunó en sus arpegios a mi oído,
para hacerme latir con tu latido,
y encadenar tu alma con la mía.
Hace dos años, se abrasó mi vida
en los rayos de sol de tu mirada;
y a mi noche alumbró la madrugada
en la luz de tus ojos renacida.
Hace dos años que aprendí a soñarte,
a ahogar mi corazón en tu perfume;
a arder en este amor que me consume,
y en la dulce locura de adorarte...