La coneja está contenta,
porque el conejo le dio flores;
por eso a todos le cuenta
con lujo, los pormenores.
Ella deseaba la floral belleza
sin que el conejo sospeche
y él con sobrada sutileza
le ha traído un ramillete.
Conejita enamorada
ya el conejo dio su paso,
ahora tú, sin decir nada
dale un beso y un abrazo.
Alejandro J. Díaz Valero