Cada noche sin ti
he estado en tus sueños,
y en los míos, tú vives.
En las noches, de cielo límpido,
las estrellas me hablan de ti;
el viento me susurra tu nombre;
y el amor, me arrastra en su loco frenesí.
En las noches, mi mente divaga,
y te imagino a lado mío,
arrullando tu sueño, me encuentro
oyendo el canto de mi corazón enamorado.
En las noches de tempestad arrebatada,
percibo tu aroma en mi alcoba,
que me enamora e inquietar
y mis sentimientos emergen
cual si fueran aguijones
y mis humanas tentaciones sacuden mi cuerpo.
En mis noches. . .
mi alma se aferra y añora tú presencia
mi corazón por ti se consume,
aferrándose a la ilusión, de un día encontrarte.
NM de la Rosa