Sucede que no soy egresado
de taller de poesis
ni avezado tallador
del idioma cervantino.
Sucede que no soy refinado
literato de sofisticados vocablos
entrelazados, ininteligibles,
tan esotéricos que sólo
entre ellos se entienden.
Sucede que nunca he pagado
para ser poeta,
nació conmigo.
Sucede que soy pueblo,
esto es lo más complicado
que pronuncio o escribo.
Mis poemas son nacimientos
abruptos, semi incoherentes,
a pura natura,
después los visto
de gramática,
les doy giro,
los cuasi desnaturalizo
insuflándoles sentido
y los expongo sin procurar
crítica de quienes
disparan al águila