Cuento la historia de una dibujante
que hace dibujos de buena gana,
ella en su mundo delirante
dibuja y dibuja con el alma.
Le pedí un dibujo con premura
para una actividad muy importante
y me hizo este dibujo con ternura
demostrando sus dotes de dibujante.
Dibujó dos niños haciendo lectura
con sus caras llenas de alegría,
es una imagen llena de frescura
que se acopla muy bien a mi poesía.
Cada dibujo es un trozo de ella
cada caricatura, su propia expresión…
Con hojas blancas cada día sueña
para hacer dibujos al carbón.
Dibujos de flores y animales
de cosas que afloran a su mente;
dibujos divertidos y geniales
que mantienen el alma sonriente.
Dibuja amiga, dibuja sin parar
que la vida misma es tu boceto
no pares nunca de dibujar
lo que te dicta, tu corazón inquieto
Dibuja amiga, cada vez que se pueda,
que tus trazos alimenten la ilusión…
Que cada dibujo en el corazón se queda,
mostrando de tu alma la ilustración.
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