Su amistad, mi precioso y gran tesoro;
dulce amiga, valiosa y divertida;
atrapó con sonrisas mi tarida,
asaltándome el alma con decoro.
Me deleita el sonido muy canoro
de su voz en la vía de mi vida;
ella brinda alegría colorida,
es por eso que tanto yo la adoro.
Soy el ángel que cuida cada paso
en el mágico mundo de un ensueño
y en la vida real, si fuera el caso.
Salvavidas del alma, le diseño,
que la salva del fango del fracaso,
al hacer su problema más pequeño.
Copyright © 2011 José Luis Calderón.