En mis noches velé tus sueños mientras dormías
en los días eras tú mis pensamientos
te dí toda el alma mía
tú y yo en todos los momentos.
Que nadie se atreva a mencionarte
si eres tú la razón de mi existencia
que nadie se atreva a pronunciarte
si en mi esta siempre tu presencia.
Que nadie puede amarme
porque tú estás en mi vida
que nadie puede acariciarme
porque eres tú la que se imponía.
Y la venda hoy se ha caído de mis ojos,
y fueron tan crueles tus palabras,
mil dagas en mi alma como un rastrojo
terminaste con mi alma enamorada.
Que te perdone DIOS por lo que me has hecho
por ese pensamiento cruel contra mi adorada
desde hace muchos años en su lecho
juré cuidarla con toda mi alma apasionada.
RICVEL