Los círculos negros que estampan tu traje
Belleza infinita que acaba pesares
Son magia nocturna de amor chispeante
Te envuelve en formales noches elegantes
Tus piernas y cuerpo bailando danzantes
Deseo y placer de momentos formales
Perfecta, armoniosa, compás formidable
Mi piedra preciosa, qué fiesta es mirarte
Tus rizos peinados pintados en llamas
Despiertan ardientes de intensas mañanas
Galaxias flameantes que en pelo derramas
Planeta celeste vestido de dama
Mi pecho agitado en tus besos de azúcar
Dormido en el tiempo en pasión absoluta
Cubierta en pureza con negras burbujas
Conjunto de prendas que opacan la Luna
La música empieza a emitir sus sonidos
Y en bella armonía de ardor sorprendido
Se pintan colores con arte en tus giros
Hipnosis eterna, un gusto adictivo
Tus ojos dormidos buscando mis hombros
Un cuento de hadas de un sueño asombroso
Tu pelo de seda de amor contagioso
Descansa cansado sus hilos preciosos
Y observo tu fino rostro en porcelana
Mirando brillantes toques de tu cara
No encuentro oraciones mujer adorada
Que describan sin versos a mi diosa humanada