Bebo una tristeza
que a mis sentimientos marchitan,
muero lentamente,
porque mi cura crucifica mi vida;
me sumerjo en mi silencio
porque mi tortura me obliga,
ya no se qué hacer con esta herida,
no encuentro la medicina,
Te suplico como un alma en pena:
amor déjame con esta agonía,
ya murieron mis sueños
pero no me digas
que soy la musa que te inspira,
porque ya acepte que solo vos pones
limites en nuestras vidas.
por favor no abras mas mi herida.
Espero no defraudarte,
pero ya encontré una respuesta a mi desdicha,
te envié una carta donde te digo:
Dios te bendiga