Desde que te vi, te miro tras un cristal,
Eres tan frágil y tu belleza una realidad,
Mis ojos te miran con tanta pureza,
Mientras mi mente solo te piensa.
Desde que te vi, te miro tras un cristal,
Eres tan digna y sensible al mirar,
Que me rindo a tus pies sin pensar,
Mientras mi alma aprecia tu bondad.
Desde que te vi, te miro tras un cristal,
Eres tan divina que de amor me inspiras,
Desde entonces cada día brilla por tu alegría,
Mientras mi corazón anhela hacerte mía.
Desde que te vi, te miro tras un cristal,
Eres tan tierna que tu sonrisa da vida,
He caído en tus miradas sin medidas,
Mientras te cortejo como mi reina querida.
Te miro desde un cristal de amor,
Porque me gustas tal como eres,
Eres tan clara y transparente,
Que te respeto tan solo con pensarte,
Me he perdido conscientemente,
Por lograr que me encuentres,
Un espacio en tu bello ser o tu mente,
Para en el navegar en amor libremente.
Desde que te vi, te miro tras un cristal,
Porque sé que eres una mujer tierna,
Clara, pura y divina que debo respetar.