Desde la tierra sube
la savia,hasta el racimo
y la convierte en vino
en los tubos de la parra.
El vino que siempre embriaga
al cuerpo como a la mente.
Siempre ha de estar presente,
en la mesa cotidiana,
así como la campana.
Te alerta,alegra y contagia.
Para poder cosechar,
se necesitan gamelas,
toneles fudres, lagar,
así para embalar,
chuicos,garrafas,botellas,
se van vaciando,y en ellas
vacías,vas guardando
amores,tristezas,victorias.
Teniendo para la historia,
temas en la mesa.
A su vez algo mareado,
salen a relucir victorias,
amores que son recuerdos
contenidos en la memoria.
para poder saborear
un vino en una mesa,
tienes el brindis grabado,
en lo íntimo de la cabeza
brindis
Brindo dijo un poeta
con un casillero del diablo,
que mientrás no llore y hablo,
con tanta botella negra
me estoy convirtiendo en algo.