Una tarde muy helada
fui en busca de calor
encontré una joven mujer pelada
le ofrecí darle todo mi amor
Aquella jovencita
Altanera, irreverente
no quería mi cosita
estaba enamorada del vecinito del frente.
Cabizbajo regresé
buscando tranquilidad
lo único que encontré
Nada…, de aquella felicidad.
Me fui en camino sin rumbo
por sendero que encontré
de seguro me lleva algún fundo.
¡ Hallé algunas mujeres, eran tres.!!..
Estaban en abstinencia cinco meses quizás más
como galante hombre del norte
me presente como Juan José Tomás
las tres se lanzaron encima quedé sin mi soporte.
Me invitaron a comer asado de cochionito
dijeron “para reponer energías”
Lo que yo no sabía
Que todavía me faltaba un chinito. (ya no doy más)
Desde entonces no salgo en tardes muy heladas
ni busco el delicioso calor
no deseo encontrar a ninguna mujer pelada.
Menos ofrecerle mi Amor…
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Florentino II.
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