Aun recuerdo aquellos dias
en que todos me dejaron
sólo en el mundo, sólo
y con nadie a quien contarlo.
Metido en guerras injustas
donde sólo había un bando
alli apareciste tú, ayudante inesperado.
Y en ti apoyé mi fuerza,
que me había abandonado
en ti busqué mi cobijo
que otros me habían negado.
A ti entregué mis lágrimas,
que otros no habian secado.
Cada día que te conozco,
cada día que me has dado
más aprecio estos momentos,
y trato de compensarlos
en estos momentos duros
que la vida te está dando
Compensarlos con mi fuerza,
que al fin se ha recuperado
compensarlos con mi alma
que al fin encontró la calma.
Siempre he escuchado que todo
siempre sucede por algo
y en este caso esto ha sido
para convertirte en mi hermano.