En tarde de primavera
yo me siento en soledad,
el cielo gris amenaza lluvia
deseo tenerte a mi vera.
Tu ausencia es interminable
no te acercas a mi vera,
eres como un escapulario
que a mi cuello colgaría.
Y la tarde va avanzando
mi tristeza en aumento,
la fragancia de mis rosales
inunda mi pensamiento.
Aromas de mi jardín
me recuerda el olor de tu cuerpo,
quedó impregnado en mis sábanas
aquella noche de amor inmenso.
Fuiste cántaro en mi fuente
en mi calmaste tu sed,
de amor, besos y ternura
de mi fuente, yo te di de beber.
Saciado y complacido
de tu grande sed de amar,
marchaste ilusionado
y no he vuelto a verte más.
Pero sigo ilusionada
y yo se que volverás,
beberás de mis aguas fresca
y ya no te marcharás.
Porque la primavera hermosa
con sus noches de rocío,
tú vibraras en mis brazos
caerás a mis pies rendido.
Rosario Ayllón
Poetisa del Amor