Ancló la barca a la playa
llegó con la marea
a medianoche
y despacio
sin prisas
caminó por la arena
las olas vestían su cuerpo de espuma
huella a huella anduvo sus caminos
hasta llegar a su destino.
Se fundió en aquel cuerpo de hombre
(ahora protagonista de otra historia)
para perderse en su espacio
para encontrarlo en sus besos
piel con piel navegaron la madrugada
sin palabras
sin silencios
sólo desnudando los minutos
y cuando el deseo por fin se hacía estrella
él quiso abrazarla
y despertó...
Confuso la buscó en sus rincones
pero ya se había marchado
a la izquierda de su cama dormía otro rostro
que no reconoció
se detuvo un segundo
un instante
para entender…
entonces
de repente
comprendió...
ha sido un sueño...
mientras intentaba sacudir a los fantasmas.
Regresó a la cama
ebrio de nostalgias
con sus emociones clavadas
en aquel pasado que ya no le pertenecía
intentando aferrarse al presente
besó el rostro que vestía su almohada
y cuando la seguridad ya diluía sus temores
tropezó con la humedad de las sábanas
con ese olor a sal que había envuelto las horas
y todo su horizonte se trastornó...
desesperado intentó leer las sombras
buscándola
pero su silueta ya se había fugado
sin dejar rastros
El sol se desperezaba decolorando el cielo
venciendo la noche
la luna
testigo de su ansiedad
ya se marchaba
la calma comenzaba a ser dueña del momento
cuando un sonido conocido interrumpió el silencio
y al responder
una voz amiga le dijo
ha muerto.