Nunca voy a dejar de amarte, aquí en mi soledad,
cuando todo está en silencio en medio de la noche,
te recuerdo, te pienso, y en mi memoria recorro cada momento,
cada mirada, cada caricia que con mis manos mis ojos y mi alma te dí.
Y hoy a pesar de todas las cosas, sé en mi corazón
que nunca dejaré de amarte
por muy absurdo que le parezca a la razón.
Fuiste mi primer amor y en mi juventud llenaste mi vida
De tantas cosas!! Y veinte años después
Regresas y te llevas todo lo que tenía para darte
Me quedé con las manos vacías y el corazón hecho pedazos.
Dios me levanta cada día y El mismo los recoge y restaura
Y aunque ya reconstruido las grietas permanecen como un recordatorio
De lo que quedó en tu lugar.
No hay rencores, no reclamo nada, solo trato cada día de
Recordar sin sentir y aún no lo consigo, pero sé que si estoy viva
Un día voy a levantarme por la mañana y tu recuerdo no será lo primero que venga a mi mente.
Ya no dolerá la herida aunque quede su marca indeleble
Ya no recordaré con la misma nitidez tus ojos tristes ni tu verde mirar,
No podré sentir aunque quisiera, el roce mis dedos en tus labios y lo mejor de todo
Ya te veré partir como aquel día que ha sido de los más tristes de mi existencia.
Me duele tanto que solo Dios conoce lo profundo de mi dolor y solo en él espero
Un día recordar sin dolor.