Hoy me siento cual ángel de alas rotas
que se pierde en su mágico destino,
convirtiendo su espíritu divino
en guerrero sin gloria por derrotas.
Mi esperanza recibe como gotas
esa fe que ilumina mi camino;
pesimismo que vuelvo y elimino,
renacer en un vuelo de gaviotas.
Abatido por penas y fracasos
he caído en un fango de dolor,
al sentir melancólicos mis pasos.
Nueva vez revestido de valor,
no me rindo y repongo mis atrasos;
me levanto y me quito el sinsabor.
Copyright © 2011 José Luis Calderón.