Pienso que tu retirada se aproxima
y pronto a otros cielos sé que volarás
por eso me preparo para esta despedida
porque sé que no puedo hacer nada más.
No creas que dejarte muy fácil se me hace
si al marcharme, sin querer, daño te haré,
hoy quiero que sepas, que pase lo que pase,
en esta y otra vida, también te amaré.
Hay cosas que se pueden presentir
y el alma se resigna y se silencia,
al saber que alguien va a partir
llevándose pedazos de existencia.
Pero aunque te amo debo marcharme,
más daño te haría si me quedara aquí,
sé que no has hecho más que amarme
y ha sido poco, lo que a cambio te di.
La vida nos presenta esta divergencia
y sin duda serán otros tus caminos
ya no habrá tantas prisas ni urgencias
porque hemos vaciado las copas de vino.
Ya todo está dicho, partiré aún de día,
no quiero que esta noche me vea partir,
sé que en el fondo tú también lo sabías,
y no por eso duele menos, ver el sueño morir.
Adiós…Hasta la vista, hasta siempre;
esa habrá de ser la despedida nuestra
mostrando el rostro triste, pero sonriente,
para que así la despedida sea perfecta.