Es un color que ya aprendí
ver las miradas tibias.
Sin el sol
en los hombros del mundo.
Habran paso al nuevo día
sin preguntar
quién es el nuevo rey.
Es un color palpitante
se transforma en un segundo
secundado por chispas de chispas,
granitos de arenas en el desierto,
mis ojos oscurecidos.
Es un color palpitante que
se abre camino en mí.