Usted no sabe ni se imagina
porque camino por raras callejas,
donde se apagaron ya las cadilejas
en tanto un recuerdo me asesina.
Usted no sabe porque me arrincono
y a mí acude una lágrima vieja,
un mal dolor que así deja
a mi alma en abandono.
Usted no sabe del dolor amante
que en cada noche me trae su queja…
o del adiós tras de alguna reja
bajo una luz de diamante.
Usted no sabe de la copa vacía
del aquel amor que se aleja:
Y al enterrar el aguijón cual abeja
en ese instante moría.
No, me equivoco, usted sí sabe,
lo adiviné en su mirada;
que en su cama ya no cabe
otro cuerpo ni otra almohada.
Antología de los poetas anónimos de México.
Libro-GRACIAS A LA GENTE. Primera edición-1996.
Editorial Selector. Compiladora Susana Alexander.