Paso mucho tiempo desde aquel momento para que comprendiera que estaba solo. Una manera de auto engañarse era creer que solamente era un sueño. Cuando de alguna manera la realidad aparecia galopante al frente de sus ojos, entonces cerraba los ojos con fuerza y empezaba a ver un mundo de estrellas que lo transportaban donde estaba ella. La veia con el mismo traje de seda blanco y coronas asimetricas caminando sobre las espumas de un rio que llevaba sus aguas por la calle principal de su pueblo; atras el iba remando y cantando imaginariamente "la quinta sinfonia de beethoven" mientras ella contaba las estrellas. Las espumas empezaron a crecer y ahora ellos estaban viajando por encima de las casas y los tejados con sus caras llenas de alegrias. Sonaron las campanas de la iglesia y ahora con sus ruidos estridentes volvio a la realidad. El estaba solo y de nuevo cerrando los ojos para encontrarla en otro lugar del mundo porque en este hacia tiempo ya se habia ido para nunca mas volver.