Cuando ya no me quieras,
quema mis versos con tu olvido
y sus cenizas deposítalas
sobre los vestigios de mi recuerdo.
Cuando ya no me quieras
recoge tus pasos y borra las pisadas,
que no quede huella de nada,
porque si me olvidas fue el tuyo
un efímero amor.
Cuando ya no me quieras,
moja tus palabras en la copa del olvido
que seguro estarán llenas de mis lágrimas.
Cuando ya no me quieras,
suelta mis recuerdos como palomas
que vuelen muy lejos y te lleven en su libertad,
para que nunca más, mi recuerdo te ate.
Cuando ya no me quieras, se sincero, te lo pido,
desanda los caminos y aléjate sin sentir remordimientos.
Yo me replegaré en mis viejas tristezas
que añejas me envuelven
en el rictus amargo de mis melancolías.
Cuando ya no me quieras, vete sin voltear a verme
no me gustará que me veas llorar.