FELINA

SUBISTE AL CIELO, EN UN CÉFIRO CELESTE (Recordando, a nuestro poeta Mortaliss)

 

Los días y los meses han pasado,

desde que te fuiste Mi Rey, de nuestro lado,

dejaste un corazón muy desolado

y un recuerdo que palpita, exagerado.

 

Te fuiste así no más, a toda prisa,

te fuiste a donde el Bienaventurado,

como hoja llevado por la brisa,

tu espíritu envuelto en un tornado.

 

¡Subiste al cielo en  un céfiro celeste!

Tu alma, en viaje eterno, preconiza,

lo grandioso que fuiste entre la gente,

el afecto que en el tiempo se eterniza.

 

La gran multitud que te aclamaba,

aquellos amigos que en soledad dejabas,

aquellos compañeros de las letras,

que comentaban y tus poemas admiraban.

 

Sin un aviso, ni adiós, ni despedida,

te ibas dejando sangrando las heridas,

de quienes te quisimos desde en vida,

de quienes admiramos tu hidalguía.

 

Te fuiste y dejaste aquí marcada,

la estela de tu fulgurante estrella,

esa luz que penetra en el poeta,

para su mente dejar iluminada.

 

Muchas veces me he ido en raudo vuelo,

como paloma cruzando el firmamento,

quiero confirmar lo que presiento,

que tu sueño es tranquilo y es eterno.

 

Y dando vueltas y vueltas por el cielo,

encuentro un agujero yo me asomo

y compruebo lo que pienso he imagino

y contenta en picada me desplomo.

 

Has cumplido la promesa de cuidarme,

desde aquella dimensión impenetrable…

Yo cumplo mi promesa de extrañarte

y mientras tenga vida, recordarte.

Felina