Tal vez sea la luz que nace en tus ojos,
esa sonrisa de flores enamoradas,
la miel de tus besos, ¡mujer adorada!
tu cuerpo, tu piel, tu vida entera
se hace ola transparente que yo gozo
como las aves amarillas en primavera.
No eres de este mundo, lo sé...
te elevas como el canto ilusionado,
y te sueño, ¡amor eterno! cada noche
cuando a lo lejos, en aquella nube
tus alas de sirena me cubren
como el silencio que busca crecer
en lo profundo de lo que me has dado
con ternura, con belleza, sin reproches
cada instante de mivida que te tuve.