casidapimi

VENENO

Insolventes y deudoras las caricias
que intoxican a un presente conformista, 
impaciente languidece una amatista
con sus sueños infectados de delicias.


Groseros los minutos que se enfilan
ostentando su poder omnipotente, 
y oculta en su sombrilla a aquel ausente
los ribetes que en vacío se deshilan.


Destejiéndose en sus flecos los demonios 
sobre ojeras lloviznando testimonios,
unos besos ya gastados y bebidos
regateando algunos tiempos ya vividos
y otro día se despierta ante su cama 
y otra noche sin su amor aquella dama.
.
Nada es veneno, todo es veneno: la diferencia está en la dosis.  Paracelso