No veo el libro de cuentos
que tenía en mi habitación
busco y busco y no lo encuentro
y ya sospecho la cuestión.
Lo dejé encima de la mesa
sólo esperando el anochecer;
para así con mucha entereza
algunos cuentos poder leer.
Mi hermana que es adolescente
a veces inventa argumentos
y es la que se adueña casi siempre
de mi querido libro de cuentos.
Alejandro J. Díaz Valero