En veloz carrera,
serpenteando el gris asfalto,
desespera las ansias de llegar
al encuentro furtivo...
El semáforo hace un guiño,
siente que la avenida entera
se hace cómplice
de este momento de amor furtivo...
Las barreras bajas,
con ese intenso ta lan, ta lan,
parecen festejar
que el encuentro se hará realidad...
El gentil paraíso
deja un pequeño paso,
para que pueda
seguir el camino...
Ese camión abre surco con su bocina,
no se puede esperar en cada esquina,
cedan paso!
al encuentro furtivo!
El ascensor saboteador...
las escaleras única alternativa,
de dos en dos los escalones,
llega a la puerta de la dicha...
Deja la camisa en el suelo,
el pantalón en el pasillo,
en el dormitorio está ella,
valió la pena el recorrido...