carminha nieves

MOMENTOS DE MÍ

MOMENTOS DE MÍ.

 

El calor que hace no es normal para Abril, el sol parece más fuerte y blanco, con un sombrero, me fui a regar el césped,  Los vasos y el jardín. No he parado más, así que alrededor de las 6 de la tarde, me eché por encima de mi cama, para descansar un poco, mientras estaba sola. El sol en su caminar al mar, entró por la ventana, tenía las cortinas recogidas y me empezó a dar en la cara. Cerré los ojos, pues era muy brillante y mismo así traspasaba mis parparos, me dejé quedar quieta  gozando ese momento tan bueno y pensé,” si el sol me acaricia es porque no se importa que mi piel ya esté un poco cansada, quería que tú fueras el sol y no te importaras también, que te gustara, por lo que soy como persona y por nada más. 

Una pequeña  ansiedad, la tengo y tendré siempre, porque es tan  difícil ser sincero, que las dudas sin querer aparecen. Me enfado conmigo misma, quería ser perfecta, o un poco mejor de apariencia, pero este año fue duro y el bien y el mal a la cara viene y estoy un poco sin norte, en mi vida. No por no saber lo que quiero, pero por no conseguir satisfacer a todos, en sus pretensiones. Yo quiero paz, salud, vivir abiertamente sin nada escondido, por eso, ando  nerviosa, quería dar solución a todos y  a mí.

Ya tener alguien que  me acompaña, que todo hace por mí es raro, siempre he querido regalar cariño, no lo pude hacer. Sin vivir pasaran muchos años, una vida,  ahora  que puedo, vienen mis recelos de no ser merecedora del.

Esto lo he pensado mientras con los ojos cerrados  el sol me  sonría y me inundaba la cara de luz.  Me he quedado dormida, no he soñado, quizá me fui para junto del sol. Al despertar un color rojizo en el cielo, el se iba a otras partes del mundo a dar calor luz  a otras mujeres como yo. ¿Volverá mañana? ¿O las nubes lo taparan? Lluvia tiene que venir, hace falta, que venga y llueva  bastante, en poco tiempo, para que el sol vuelva a mi  habitación y me caliente el alma.

Mi rosera trepadera, ya está llena de botoncitos de rosas, es el principio del mal tiempo, pues la pobre, cuando empieza a echar sus rosas, el mal tiempo las deja desnudas y sus pétalas en el suelo. Todos los años pasa.

Las blancas florcitas de Pascua también le pasan lo mismo, a ver si este año es igual o  tienen más suerte, son preciosas. Es un gusto pasear los ojos por tanta flor. Me gusta echarles agua, mientras, oigo los pájaros.

Solo un Ser para allá del humano, tendría capacidad, para tanta belleza hacer y  un sentir todo como  ser humano.

Nos ha dado una ventana, enorme, para mirar la vida en su plenitud.

Que tengamos la capacidad para agradecer, todo el maravilloso mundo, que tenemos y muchas veces, o casi siempre lo estropeamos, porque no pensamos que no  tenemos el derecho de  hacerlo.

Mirando  la jarrita con unas florcitas que cogí, cierro mi ordenador y  me voy a trabajar. Feliz y en paz.

Oporto, 30 de Marzo de 201

Carminha Nieves