Mientras las aves se quiebran; ...........Y el vuelo de tus ojos
cae quebrando la vida,
quebrando el ocaso
la sangre cae de los cielos,
la sangre grita
grita la sangre
en los poros del viento
ahogados en la brisa,
¡no mires el mar! ¡No lo mires.........................!
no te ahogues en la muerte................., ¡No! ¡por favor, no dejes
ni tus parpados borrar tus ojos!
en la gélida sonrisa al quebrarse con el frío
de irte en un adiós modulado en el universo
cuando no eres silencio...., no eres ausencia...., no eres soledad; no eres nada...,
y tan cerca de este asiento vacío, -vacío de mi-
vacío de la silueta que suele enhebrarse en un beso -cuando más me miras-
miras el mar, miras la muerte; me miras con la tibieza
de bostezar la vida y la vida crece en la muerte...
pero amor ahora soy silencio, Crece para quedarse
soy ausencia, soy nada, para dibujarte aves
quebrándose en un dolor,
¡no llores! no mojes la arena...., no te ahogues
en la copa quebrada
cuando más la noche del frío de mis ojos,
grita ahogarse en la oscuridad,
y..., los astros caen..., como un latido muerto..., como rocas navegando
ni las lágrimas pueden el mar agonizando ser
con la cáscara silencio, cuando más me miras
entre mis dedos, y más te quito la mirada,
en el pecho errante más me besas, y más renuncio
a morir en lo tóxico de ser yo, a cada pétalo que dejas
en la cama; que jamás tocaste,
cuando más dices amar,
y más niego la lluvia caer,
cuando más niego creer, más niego a la vida, más niego a la muerte,
más niego la existencia... Más niego la luz y más niego la maldad;
más niego a Dios; y más niego al Diablo,
más niego a la física, más niego a la química a la biología,
más niego a la filosofía, al Arte; a la ciencia de ser humano,
más niego a este mundo agonizando
y al centro del universo, a la muerte cíclica,
más niego el todo irrenunciable y la nada irrevocable en su contenido,
cuando más te niego a ti
todos estos pretextos de morir
no tienen sentido -no tiene sentido el vivir-
Y no sé de amor, no lo sé, no sé que es la vida;
no sé que es la muerte,
Sólo miro amanecer a la lluvia
en un ocaso cayéndose a pedazos
entre la bruma de un cielo quebrado,
-como tus ojos-
quebrado;
-como el llanto de mi pecho-
quebrado;
como los escombros que suelo idealizar
en un boceto manchado
por mis dedos torcidos,
disléxicos a mirar el suelo,
cuando caigo, cayendo en la boca quebrada
de la copa
esencia de tu cuerpo;
sí tan sólo tocará el cielo, sí tan sólo te tocará, sin tan sólo la muerte
-amor muero, no me toca un adagio
-me intoxico en las venas;
mi sangre vomita
y mis ojos se quiebran
-no sé de lágrimas-
mi boca se desvanece
-con ello el aliento; con ello la voz-
con ello la melodramática forma de comerme el tiempo que no tengo,
el tiempo que tienes..., el tiempo que tenemos, ¿por qué?
te daño sin saber de mi; y por qué;
el silencio toma mi boca, mi voz la toma
y quedo siendo mar; para que amargues tu vida,
y en el vinagre no sepas de futuros,
no sepas de nada, no sepas de vida, existencia
o tal vez muerte, no sepas
por que el cielo está llorando
mientras soy más ausencia...
Simplemente yo...