I
Mi tristeza ya gastada,
sobre un trozo de papel ya viejo,
por el tiempo transcurrido en mi alma
para gritarte cuanto te amo,
no me alcanza lo que me
queda de vida para saber de ti,
sé que has nacido para mi
y sin embargo me cuesta
cada gota de mi pensamiento,
para poder amarte más allá
de la razón misma,
que me mantiene aún con vida,
si pudiera dar marcha atrás
en el tiempo,
esta vez no habría ningún
obstáculo para amarte,
sin sociedades, sin compromisos,
sin idiomas, sin colores,
sin razones,
simplemente en voz alta y clara
te diría cuanto te amo,
no habría en el universo
conocido y desconocido
nada que me impidiera
podértelo ofrecer,
aún sin esperar nada a cambio.
II
Como no amarte,
si eres el amor hecho realidad,
eres la ternura de un niño,
eres la bondad del alma,
eres la perfección hecha mujer,
eres el amor del desamor,
eres las lágrimas del anciano
que llega el fin de su vida
con alegría,
como no amarte,
si eres la inspiración de mi alma
para poder escribir,
llenando de amor los trazos
que de mi pluma salen,
para poder enaltecer
la grandeza del amor
que todos los días siento por ti.
Reservados todos los derechos de autor:
Carlos Dos Santos Daniel