Hijos de la misma tierra, del mismo mundo
pero tu mirada triste me dice mucho.
Me dice que tienes hambre, que tienes frío
que no duermes en cama, bajo un techo, bajo cobijo.
Tu mirada ardiente, carbones encendidos
rabia, impotencia, ira
una mirada como el hielo, frío.
Tu corta edad conoce penas, guerra, hambre, frío
me miras con ira, con rabia con ojos vacíos.
No te queda nada sólo el silencio
el silencio de las bombas,
los lamentos, los gritos.
Te miro y me avergüenzo de mis privilegios
de tener casa y alimento
me avergüenzo de este mundo,
mi mundo, mi "estilo"
de mis días felices
sin pensar en tu lamento
en tus lágrimas, en tu hambre
en tus ojos tristes, en tu falta de aliento
Mi alma rota al mirar tus ojos de viejo
en tu infantil cuerpecillo.
Has visto el dolor, has pasado hambre
has sentido frío
¿dónde estaba yo para darte cobijo?
¿dónde estaba yo para quitarte el frío?
Mi alma se resiente, se quiebra
se hace añicos
al pensar en tí y en millones de niños.