Miro mi sepulcro,
que tantas veces he soñado,
que tranquilidad hay en el,
que incita a lo inesperado.
Me miro en la caja
vestida toda de blanco,
con un azar en la cabeza
que nunca he llevado.
¿Seré yo?
la que está tendida ahí
o será la dama,
que un día vendrá a esperarme
a mí.
Mi cuerpo está inmóvil,
mi sangre fría ya no corre,
mi voz no se oye,
nadie se da cuenta,
que mi mente aún esta
despierta.
Miro sin que me miren,
oigo sin que me oigan
miro a mi madre llorando,
con voz aterradora,
¡hija mía !
¿por que te has ido ahora? .
Mi padre y mis hermanos,
la acompañan para consolar,
pero la pena que los embarga
no la pueden controlar.
No lloren ,
no lloren,
desde mi aposento
les grito ,
pero, no me oyen.
Miren ,
solo estoy dormida
para descansar,
la muerte aún no viene,
dejen de llorar.
Han asistido vecinos
y amigos,
que entran a la casa,
y algunos curiosos
que se asoman para ver
que pasa.
buitres al asecho
circundan mi morada,
otros la defienden
a capa y espada.
Gente que viene,
gente que va,
rodean mi tumba,
¡pensando!
que descanse empaz.
Unos gimen,
otros lloran,
la sinceridad y lealtad
en algunos,
es lo que se añora.
envidias ,
rencores,
avaricia,
e hipocresía
en sus rostros mora.
En este momento,
que quisiera
que me pudieran escuchar.
¿que fue en vida , de mi vida?
¿que hice con la vida de todos
los de mas?.
La razón y conducción
del hombre,
es incalculable,
en cuanto especie hay,
ahora,
como última pregunta,
¿por que en vida,
como vida,
no se sabe aprovechar? .
Y solo el sepulcro
del que no se puede regresar,
nos hace reaccionar.
AUTOR IRMA PERIBAN VILLA.....MEXICO