El cielo esta ahogado de cuervos,
asesinando los tildes enfrascados
cuando tiritan palabras ausentes;
en consonantes mueren...
El cielo esta agonizando en silencio,
-la lengua se muerde- cuando aves
caen
sintiendo
la brisa de la mejilla
-húmeda a la muerte- desolada decadencia...
Pareciera que los segundos fueran siglos,
-y en la vida- ¡esta vida!
pareciera
ser la muerte
apareciendo
de entre las sombras,
hiriendo como...,
herida que jamás se cierra...
Pareciera que la boca, se encierra
en el abismo, el dolor de mirarte
el dolor de perderte, de perdernos,
-el dolor régimen de existencia-
El cielo esta acentuado de cuervos; borroso esta el cielo
en la ventana llena de manchas,
corrosivas a querer sentir el viento
cuando sé es húmeda y muda
a mentir a la vida, y con ello a la existencia...
Ya jamás miras el cielo, ya jamás miras el ayer,
y en silencio me arropo de las impurezas de las estrellas;
tildando el brillo opaco de mis ojos,
cuando
la mirada
se quiebra
quebrándose
mis huellas,
y no me gusta morir, cuando me observas,
frente
a tu adiós,
no me gusta morir,
¡acalla la mirada!
no sujetes el cielo,
no borres las nubes; no borres la mirada,
que aquí cada silencio acaba
con la ausencia de ti; de mi,
para conciliar el ahogo;
en la muerte de la luz,
cuando cierras la boca,
el cielo esta machado de cuervos,
es de noche,
¡el cielo ya no es el cielo...!!!
es un mar avinagrado de astros,
un mar latente en tus ojos, -Crispado en ecos
ahogado en la mirada tan mía lágrima crisálida
como tan tuya, en un sonido
alejándose de a poco, atrapado en "el luto
Y de la muerte..."-
nada
que
quite
el
silencio
podría
quitar
los
zapatos
arrojados
a la
muerte
de las
calles
vacías...
Cuando los ángeles caen del cielo,
y las sombras llueven la noche...
-lágrimas que no tengo-
/Ausentes lágrimas/
Simplemente yo, quizás él, tal vez ella,
simplemente un nombre; atascado
en la boca quebrada de la ausencia...