Al sueño contemplado
en una imagen sin nombre.
Entre tus sueños
y los míos
hay una sola diferencia:
mis manos caen como cascada
sobre la tierra muerta,
tus manos huyen de mi piel,
como ese viejo puente
que antes nos unía,
el viejo puente
donde hoy
sólo
está
él.
Entre tus sueños
y los míos,
ya no cruzan esperanzas,
o palabras,
o reproches.
Sólo cruzamos los brazos,
como esperando
que aquel puente se derrumbe
y que con él
se ahoguen,
- o cuando menos se extravíen -
las miradas,
los recuerdos,
y
(tal vez)
la fé.
Carlos Alcaraz
6/04/12