BACH

La muerte del tiempo. ¡Gloria y Paz!



-¡GLORIA-
No hay luz,
el sol
es ahora
una lámpara
incandescente
mirando
las caras

de sombras,
¡es extraño
tienen rostros!
-grita el sol-
(lleno de esperanza)
aunque sea
solo una
lámpara

incandescente-
logra sentir
que no tiene vida
sintiendo tener
existencia.
Aunque las caras
fingen vivir,
creen existir-
aunque no
entiendan

la vida,
creen
conocerla-

aunque
no saben
explicar 
sentimientos
creen sentir-
aunque sean
eternos,

aunque
no exista
la vida;

creen
creer
que exista-



y

el tiempo
ha muerto

la razón
onírica

de saberse
vivo

aunque
se esté
muerto

ya que
sin tiempo

no correría
el reloj

ahogado
en el pecho;

ni giraría
el universo

para denunciar
la destrucción 
del ocaso 
dentro
de un cielo

tachado
de belleza,

ha llegado la paz,
el universo
es el centro

el centro
es la muerte,

y los rostros
miran

la oscuridad;
sintiendo la luz

creyendo
ser esperanza,

sintiendo algo,
quizás nada,

y en sus bocas
es el todo;

creen,
sienten fe;

porque
ha muerto
el tiempo

ya no
hay regla

que les
impida seguir

y caminar
dejando atrás
a la muerte

ya que
la muerte
la tienen

en sus ojos,
ahora

esperan
que la vida

les regrese
sus recuerdos

y el tiempo
sea de nuevo

la belleza
de agonizar

mientras
se quiera sentir

amor, dolor, tristeza
mientras
se quiera

sentir
de nuevo

el suelo
como el cielo;

aunque
la guerra 

sea el código
de libertad,
pero,
ahora se vive la paz,
se vive la muerte
fiel contraindicación
de haber asesinado 
al tiempo imaginario...
-PAZ!-