La guitarra de ella, sólo de ella,
Dios en las cuerdas, sólo Dios,
mío el sentimiento, sólo mío,
entre mis brazos tiento,
recorro, la extraño.
No lloro la distancia,
es por ausencia de regreso
y el remanente,
alérgico a otros lazos
en nocturnos desvelos
anclaron mis versos
mientras ella horizonta
gaviotamente......
La existencia, ¡ah,la existencia!,
excursión a lo inquietante,
diáspora de sentidos
a no sé donde,
imágenes insistentes
asedian, preguntan,
ignorantes respuestas
esquivan, no responden.
Voy arrastrando carreta
de huesos sin calcio, es grave
soy verdal a mis años
por dentro y piel
que no resiste
recuento.
Hoy que en todo soy menos
nada más un poco más
no es suficiente,
reniego de la cordura,
visítame luego,
necesito olvidar
naufragios
de la mente.