Está vez seré yo quien te haré saltar
con muchas flores que pronto tendrás
para que nunca te olvides que mi felicidad
es consentirte con excesiva fragilidad.
Es tanto lo que haces por amarme
que es tan difícil poder olvidarme
de todo lo que haces sólo por amor
facilitando los pálpitos de mi corazón.
Te siento a mi lado cuando despierto
porque nuestro amor es tan cierto
como el empezar de un nuevo día
que espero gozar de tu compañía.
Podremos tener muchos enemigos
y consentir a muy pocos amigos
pero siempre estaremos unidos
amándonos y sintiéndonos protegidos.
Despreocúpate, amor, que pase después
porque yo no pienso volver otra vez
a sentirme solo ni tampoco a sufrir
si tengo la dicha de hacerte muy feliz.
A veces los problemas se imponen
haciendo que tu alegría se arrincone
y aunque tal vez no estemos presentes
entiendo y sé muy bien lo que sientes.
No me quedaré con los brazos cruzados
cuando no te vea ni te sienta a mi lado,
haré de todo con el fin de protegerte
ya que mi objetivo nunca ha sido perderte.